domingo, 6 de noviembre de 2011

Quiéreme poco, pero mucho tiempo

Con este refrán se recuerda que el amor no reside en las fuertes pasiones sino en la posibilidad de pasar nuestra vida con alguien que sienta nuestras alegrías y nuestras tristezas y sea capaz de acompañarnos en ellas. Así, el verdadero amor se cifra en tener una persona que sea nuestra compañera a lo largo de todas las vicisitudes.

Su uso evidente es para reclamar un compromiso frente a los amores de una noche.

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